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Descubriendo la permacultura: un enfoque sostenible para un futuro mejor



Seguramente hayas escuchado comentarios desalentadores sobre el estado de nuestro planeta, la naturaleza y todos sus habitantes. Sin embargo, pocas personas hablan de las acciones que podemos llevar a cabo para revertir la situación (o al menos mejorarla). Por eso nos parece importante poner la permacultura en primer plano.


En este artículo explicaremos qué es la permacultura, sus orígenes y sus principales beneficios.


¿Qué es la permacultura?

La permacultura es una técnica que consiste en crear ecosistemas agrícolas de manera sostenible y autosuficiente. En otras palabras, se trata de observar la naturaleza y su funcionamiento para luego aplicar los mismos principios a la agricultura humana. Cada vez es más popular en Francia, donde se considera una alternativa viable a la agricultura convencional y al consumo masivo.


La permacultura es una forma de actuar, no sólo una teoría. El término se originó en la década de 1920, a partir de la contracción de "agricultura permanente", pero no fue hasta la década de 1970 cuando la permacultura ganó fuerza gracias a los libros de David Holmgren y Bill Mollison.


Contrariamente a lo que se podría pensar, la permacultura no se limita a la tierra y a las plantas. Es una forma coherente de actuar en términos de vivienda, tecnología, toma de decisiones colectiva, salud y educación.


Sus principios éticos implican trabajar con la naturaleza, no contra ella, y reconocer que todo afecta a todo lo demás.


La permacultura es, sobre todo, una herramienta indispensable que nos ofrece un nuevo paradigma sobre el que podemos construir mejores bases para la vida en este planeta. Pero, sobre todo, ofrece esperanza a quienes se sienten desmoralizados.


Los 4 beneficios principales de la permacultura

Una alternativa a la agricultura industrial

La agricultura convencional o industrial es un sistema de producción artificial basado en el consumo de determinados elementos externos como combustibles fósiles, herbicidas, pesticidas y fertilizantes químicos. Estos elementos suelen ser muy contaminantes y tienen efectos nocivos para el planeta, provocando la destrucción de hábitats para muchos organismos vivos.


La permacultura sustituye a este sistema: rehabilita los suelos degradados por la agricultura convencional mediante la rotación de cultivos y el fomento de la diversidad. De esta manera, el suelo se regenera con plantas cada vez más productivas, autónomas y resilientes y el control de plagas se vuelve más eficaz.


También restaura los nutrientes que faltan en el suelo y reduce la necesidad de usar herbicidas y pesticidas. Como resultado, produce alimentos orgánicos saludables que la agricultura convencional no produce.


La permacultura reduce la contaminación

La permacultura contribuye a la reforestación y fomenta la cooperación entre agricultores para que la agricultura sea más sostenible y eficiente.


Se centra en la obtención de energía renovable y su almacenamiento, produciendo así menos residuos.


En cuanto a los productos utilizados, la agricultura convencional se basa en pesticidas y fertilizantes artificiales que destruyen casi todo. Gracias a la permacultura, que es mucho menos dañina para los suelos y los seres vivos, este problema se resuelve. Las prácticas agrícolas de la permacultura, como el acolchado, el compostaje, el policultivo y la rotación de cultivos, ayudan a revertir los efectos nocivos de la agricultura convencional.


Uso sostenible y responsable de la energía, el agua y el suelo

Al estudiar el terreno dedicado al cultivo, las especies vivas que lo habitan y las condiciones climáticas, la permacultura toma ejemplos y fomenta el uso de las interrelaciones entre estos elementos para el cultivo.


Esta observación de la tierra proporciona información crucial sobre el clima, los microclimas, los vientos predominantes, las pendientes, las zonas húmedas y secas, la calidad del suelo, la vida silvestre y más.


Una vez realizadas las observaciones, el objetivo es ver cómo éstas pueden generar recursos. De esta manera, se puede captar agua de lluvia, crear energía a partir del sol o del viento o utilizar de forma eficaz especies depredadoras naturales.


Mejor organización y planificación

A través de la observación y priorización de tus necesidades y deseos podrás organizarte mejor, tomar mejores decisiones en cuanto a tus cultivos, selección de plantas y herramientas.


Planificar su espacio de permacultura teniendo en cuenta los tres principios fundamentales de la permacultura (cuidar la tierra, cuidar a las personas y compartir los recursos de manera justa) le ayudará a estructurar sus plantaciones y organizarse mejor.


Aplicación de la permacultura a escala individual

Pero entonces pueden surgir preguntas: ¿Qué puedo hacer a nivel individual? ¿Cómo puedo implementar este sistema en el cultivo de mi huerto? ¿Cuáles son los beneficios de su aplicación?


No importa dónde vivas, siempre puedes aplicar algunas estrategias de permacultura en casa.


A continuación se presentan algunas buenas prácticas a adoptar...


Utilizando los recursos naturales

Tu jardín no es un lugar aislado, es parte de un todo. Pájaros, insectos, lombrices, raíces e incluso semillas y polen entrarán en tu espacio y cumplirán una función particular. Tómalos en cuenta y respétalos lo máximo posible.


Orienta tu jardín cerca de ventanas y en un lugar soleado; la luz del sol es esencial para tus plantas. También puedes recolectar agua de lluvia para regar. El principio de no generar residuos es uno de los fundamentos de la permacultura, así que utiliza hojas muertas, paja y desechos orgánicos para crear un rico compost. ¡Haz la tarea más fácil con nuestros compostadores de madera! Los encontrarás en varios tamaños para adaptarse a tus necesidades.


Observación y uso de elementos del jardín

Observa atentamente los elementos que puedes utilizar: el terreno, el suelo, el sol, el viento, el agua, las plantas.


Observa su comportamiento por la mañana y por la tarde, en distintas estaciones. ¿Qué tipo de suelo tienes? ¿Qué rango de temperatura hay en tu región? ¿Cuál es la calidad de la luz solar en diferentes momentos del día?


Uno de los principios fundamentales de la permacultura es la observación y el respeto a la naturaleza.


Dependiendo de las precipitaciones, es posible, por ejemplo, reducir el consumo de agua. Además, con nuestros contenedores de almacenamiento de agua, podrás ahorrar agua y tiempo, gracias a su sistema de riego independiente.


Adaptación a todo tipo de entornos

Deja de pensar que por vivir en un piso sin terraza no puedes tener jardín. Con nuestras jardineras y maceteros podrás cultivar flores en tu balcón o terraza sin necesidad de grandes espacios (te invitamos a leer nuestro artículo “Cómo crear un jardín en el balcón”).


Aprovechar al máximo el espacio

Aprovecha al máximo el espacio del que dispones: con nuestros productos como jardineras elevadas o maceteros, conseguirás que incluso los espacios más pequeños luzcan geniales. Y con los enrejados, podrás cultivar tu jardín en vertical, ahorrando aún más espacio. Eso también es permacultura.


Siguiendo estos consejos, usted podrá aplicar los principios de la permacultura a escala personal y contribuir a la sostenibilidad del planeta mientras crea un ambiente saludable y productivo para usted y su comunidad.

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